Vendimia significa hojas tremolantes y tendientes a los colores del otoño, colores dorados o anaranjados y corazones encogidos y esperanzados. Con el comienzo del otoño y las primeras lluvias, el suelo húmedo mezcla sus aromas con los aromas de las uvas maduras. El viento barre grandes nubes blancas, que contrastan con el intenso cielo azul. El ambiente es alegre, la vendimia es una tradición que se repite todos los años, con el espíritu campesino inalterado, típico de nuestra región.
El 2018 ha sido un año lluvioso sobre todo en primavera, más concretamente en el mes de marzo, donde los datos marcan una alta pluviometría. Desde el punto de vista agronómico, el desarrollo de los viñedos, iniciado bajo los mejores auspicios, estuvo condicionado por un clima extraño que alteró las heladas, las lluvias y la humedad. Por lo tanto, será el año en que la capacidad de nuestro enólogo marcará la diferencia en el resultado final.
La recién bajada de las temperaturas ha ayudado a incrementar la buena calidad de la uva y su maduración, después de un largo periodo de excesivo calor. Esto ha permitido que el ciclo de maduración se ralentizara para asegurar así un buen desarrollo de la vendimia.
Por las condiciones meteorológicas que han sufrido nuestros viñedos se prevé una reducción de la vendimia, que no afectará la calidad. De hecho, la uva goza de un gran equilibrio entre frescor y madurez. El estado fitosanitario se muestra óptimo y esperemos que dedicando los esfuerzos oportunos y mimando cada grano del racimo con el mismo cariño, conseguiremos excelentes vinos y cavas. La cosecha, que empezó el 11 de agosto, parece definitivamente mejor que el año pasado, donde la sequía había protagonizado toda la época de la vendimia.
El viaje previsto para el mes de agosto en Inglaterra empieza por la ciudad de Birmingham, para visitar nuestro distribuidor Connolly’s Wine Merchants Ltd, operativo desde 1976. Ellos brindan un servicio personalizado, atento y flexible a todos sus clientes.
En una época de marcas globales, call centers y dominio de los supermercados, el focus de Connolly’s se centró fuertemente en el individuo y en sus exigencias.
Es un distribuidor serio y concreto, exigente en sus criterios en términos de calidad y valor. Suministran fundamentalmente a los restaurantes, bares, pubs, hoteles y centros de conferencias en Birmingham y The West Midlands.
Las reuniones y las visitas con clientes finales han sido provechosas hasta el punto de que Connolly’s parece interesado en aumentar sus referencias, incluyendo al abanico de nuestros cavas y también vinos.
Aunque este distribuidor sea pequeño, hay que remarcar que tiene una buena clientela fidelizada que busca productos diferentes de lo que encuentran en el supermercado. Pronosticamos dificultades en crecer en volumen, pero sí que vemos buenas posibilidades en incrementar en diversificación. Esto será posible gracias a la nueva apertura de un tasting bar en la misma ciudad, donde se experimentan maridajes con típicas carnes, quesos ingleses y cavas y vinos, buscando la clave que encienda la chispa entre ambos, con el fin de experimentar sensaciones nuevas en el paladar, así como de romper reglas y crear un «blend» nuevo.
Al día siguiente se visitó al distribuidor Ellis of Richmond en la ciudad de Hanworth, Middlesex. La historia y el background de este distribuidor es fascinante, Joseph Ellis el fundador, comenzó su negocio del vino en 1822, hace unos 195 años. Inicialmente dirigió el negocio desde 36-37 Leadenhall Street en Londres, donde todas las entregas se hacían en carros tirados por caballos. En 1926 el negocio necesitaba expandirse, por lo que se trasladó a Richmond, disponiendo así de oficinas y bodegas mucho más grandes y prácticas.
Hoy en día la familia Ellis continúa el negocio con James, Robert y William a la dirección y, junto a un fantástico equipo de personal, se ha construido un floreciente negocio importador. El espíritu sigue siendo el mismo de sus padres fundadores cuando comenzaron con el negocio.
Nuestro equipo hizo rutas recorriendo distancias muy largas básicamente centrándose en tiendas de vinos especializadas en pueblos como Grassington, Ilkley, Otley y Harrogate. Se visitaron los clientes finales y se improvisaron catas, cosa que dejó positivamente impactados por la calidad de los productos los clientes involucrados.
La cata donde hubo más afluencia fue en “at Cambells” en Leyburn, donde asistieron unas 35 personas y se probó Mont Marçal Reserva, Mont Marçal Rosado, Extremarium y, con sorpresa Mont Marçal blanco de 2015 y Mont Marçal Crianza.
¡Agradecidos del cariño y del aprecio recibido, deseamos volver pronto, probablemente en febrero 2019!!
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